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domingo, 20 de junio de 2010

La Sed Verdadera - Luis Alberto Spinetta

“Pero la paz, en mi nunca la encontrarás.

Si no es en vos, en mi nunca la encontrarás”



En 1973 Spinetta grabó “Artaud” un disco solista con el nombre de su anterior banda, Pescado Rabioso.
Una de las tantas perlas de ese disco es “La sed verdadera”, que puede parecer una dulce canción de amor, pero sin embargo remite a algo más, a la experiencia individual, experiencia que como tal es intransferible.
El momento en el que uno entiende que es uno el único responsable por sus elecciones, el único capaz de alcanzar sus propios deseos, de saciar su sed verdadera.
Si bien cada uno de nosotros puede contar sus experiencias personales, lo que compartimos es un relato. No podemos transferir nuestra propia experiencia, lo que sentimos. Posiblemente eso nos hace particularmente distintos.
De hecho esto que escribo, poniendo en palabras sensaciones e interpretaciones, es el intento de transferir una experiencia a través de un relato, lo que podría considerarse una contradicción. Pero en definitiva la contradicción también es inherente al ser humano, ¿para qué negarla?
De alguna manera Spinetta también confronta a cierta idea de “comunidad”, idea bastante arraigada en la adolescencia (hacia fines de los ‘60 era una consigna fundamental del movimiento hippie).
Al escucharla puede generar cierta melancolía por lo que fue, casi siempre pensando en una relación sentimental, pero la canción convoca a hacerse cargo de uno mismo, a crecer desde esa óptica, a tomar las riendas de tu vida, que en definitiva sos vos… o en este caso mejor dicho, soy yo.
Sólo Spinetta y su guitarra… creo que su simpleza la hace tan mágica.

Curiosidades:

- La sed verdadera “se supone que es la única sed insaciable y a la vez la única posible de ser saciada” dirá Spinetta años más tarde al presentar la canción en su acústico para Mtv.

- Si algo define al disco es su diseño. Hoy vemos en las disquerías una imagen extraña con una fotito del "poeta maldito" dentro de la misma. Sin embargo en su origen esa imagen extraña, verde y amarilla, de “Artaud” era un disco vinilo deforme con varias puntas. En esa época los dueños de las disquerías no sabían donde ponerlo, ya que no encajaba en las bateas, donde todos los discos eran…. Cuadrados.


Para escuchar: relajado… y solo, tal vez.

1 comentario:

  1. El disco que tendre junto con las fotos memorables, con los libros inpostergables, con las camisetas con olor a viejo....en fin...un tesoro!

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