El comienzo y el final de una relación.
El crecimiento inevitable, aún a pesar de uno mismo.
La búsqueda constante.
El reencuentro.
La insatisfacción y la satisfacción con la vida que uno elige.
El reconocimiento de uno mismo en el presente y el desconocimiento de uno mismo en el pasado, en el presente.
Las batallas que se pierden… y también las que se ganan.
¿Todo eso en una canción? Algunos pueden pensar que estoy exagerando, pero en definitiva, estoy hablando de Bob Dylan, uno de los más grandes artistas del siglo XX. Esta canción de amor/desamor así lo confirma.
Versiones:
1- Una versión preliminar, sin los arreglos y la fuerza que finalmente quedó en la edición final del disco, aparece en "Blood on the tracks: The New York Sessions". Las sesiones que Dylan decide desechar porque no había quedado conforme.
Para escuchar: y exacerbar tu melancolía y/o tristeza.
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